El cáncer describe todas las enfermedades caracterizadas por la producción anormal de un cierto tipo de célula dentro del organismo. Estas células tienen una velocidad de crecimiento y división mucho mayor que las células normales, lo que significa que gradualmente invaden el cuerpo.
La leucemia es la proliferación incontrolada de una población anormal de células en la sangre. Estas células anormales se infiltran en la médula ósea, impidiendo la producción de las células normales restantes e invadiendo la sangre y otros órganos.
La leucemia es el cáncer más común en niños y adolescentes, y representa casi 1 de cada 3 cánceres. Globalmente, sin embargo, la leucemia infantil es una enfermedad rara. Aproximadamente 3 de cada 4 leucemias en niños y adolescentes son leucemia linfoblástica aguda (LLA). La mayoría de los casos restantes son leucemia mieloide aguda (AML).
La incidencia, la biología y la evolución de la leucemia aguda infantil varían según la edad, el sexo y el origen étnico. En muchos países de altos ingresos económicos, la incidencia de ALL pediátrica está aumentando un 1% cada año como promedio.
La incidencia en los países latinoamericanos es mayor que la de Europa. Sin embargo, su pronóstico es peor que en Europa. Esto podría estar influenciado por factores biológicos como la base genética, el entorno geográfico, el acceso y cumplimiento del tratamiento, los modelos de salud, factores culturales, socioeconómicos, de estilo de vida y de comportamiento, y la falta de recursos e infraestructuras que limitan la investigación en estas regiones.
El pronóstico de la leucemia infantil ha mejorado espectacularmente en las últimas décadas, en gran parte como resultado de las mejoras en la estratificación en grupos de riesgo y por la aplicación de protocolos terapéuticos dirigidos por grupos cooperativos internacionales.
La tasa de supervivencia a los 5 años para los niños es de aproximadamente ~ 80% para la leucemia linfoblástica aguda (LLA) y ~ 60% para la leucemia mieloide aguda (LMA). En general, los niños en los grupos de bajo riesgo tienen un mejor resultado que aquellos en los grupos de alto riesgo. Pero es importante saber que incluso los niños en grupos de alto riesgo a menudo se pueden curar.
Los datos basados en la población de grandes estudios epidemiológicos como CONCORD, que reunieron a casi 90.000 niños con leucemia aguda de 64 países, evidenciaron diferencias en los resultados según las regiones: los mejores resultados se observaron en América del Norte, Oceanía y algunos países europeos, con supervivencia superior al 90%, en contraste con la supervivencia heterogénea reportada en los países de América Central y del Sur, que van del 52% al 85%.
Los protocolos de tratamiento actuales son intensivos y típicamente involucran múltiples fármacos quimioterapéuticos administrados durante varios meses o años. El trasplante de células progenitoras hematopoyéticas está reservado para pacientes de alto riesgo.
Diferentes grupos cooperativos internacionales han liderado durante décadas el estudio y el tratamiento de la leucemia infantil, diseñando ensayos clínicos consecutivos, en los que los nuevos conocimientos y desarrollos tecnológicos se aplicaron progresivamente.
Los pacientes pueden presentar fatiga, palidez y debilidad, dolor óseo, anemia, infecciones, fiebre, sangrado o hematomas. Durante el examen físico, el médico probablemente se centrará en cualquier ganglio linfático agrandado, áreas de sangrado o hematomas, o posibles signos de infección. Los ojos, la boca y la piel se examinarán cuidadosamente y se puede realizar un examen exhaustivo del sistema nervioso. Se descartará el agrandamiento del bazo o el hígado.
Ciertos signos y síntomas pueden sugerir que una persona podría tener leucemia, pero se necesitan varias pruebas para confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico biológico completo de los diferentes subtipos de leucemia aguda puede ser complejo y costoso. La presencia de anomalías genéticas determinadas, junto con otras variables clínicas como la edad, el recuento de glóbulos blancos y el linaje de los mismos definen en la mayoría de los protocolos terapéuticos la estratificación en grupos de riesgo de los pacientes con leucemia infantil en el momento del diagnóstico.
En la última década, se han introducido tecnologías más avanzadas, lo que ha permitido empezar a dilucidar parcialmente la compleja biología de las leucemias.
CLOSER es una iniciativa colaborativa, internacional y multidisciplinar, creada para estudiar la leucemia infantil. El consorcio CLOSER incluye expertos en diagnóstico, manejo y tratamiento clínicos, investigación, innovación y defensa de los derechos e intereses de los pacientes.
Mejorar el diagnóstico biológico de la leucemia infantil, refinar la estratificación en grupos de riesgo de los pacientes y ayudar a armonizar el diagnóstico y pronóstico de los niños con leucemia aguda entre Europa y América Latina.
El cáncer se está convirtiendo en uno de los problemas de salud pública más importantes del mundo.
La aproximación actual contra el cáncer no refleja completamente las diferencias étnicas, culturales, ambientales y de recursos. Además, la investigación sobre aquellos tumores más frecuentes en países latinoamericanos es limitada.
Existe una necesidad de establecer evidencias obtenidas a través de la investigación colaborativa traslacional e internacional de alta calidad para adaptar el tratamiento del cáncer a grupos específicos de pacientes.
El proyecto CLOSER aborda el cuidado de la leucemia infantil de una manera global e innovadora, centrándose en aspectos científicos, pero también en factores socioeconómicos, culturales, educativos y ambientales, para mejorar la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los niños con leucemia, sus familias y sus cuidadores.